lunes, 3 de diciembre de 2007

el gran santiago


ESTO NO ME PASO EN REALEDAD !


Hoy caminaba por el centro en busca de algún vulgarismo típico del gran santiago que pudiera pararme a ver, sin algún sentido, camine y camine.
La gente pasaba, me golpeaba el hombro, yo, sin intención alguna de vengarme seguía caminando, me tope con un café, nunca había entrado a uno, mis amigos eran un poquito mamones como para entrar cachar la onda, me decidí, y entre, de recibida una negra alta y celulítica me agarro el paquete, asustado me retire, pero para mi mala suerte me quede con ganas de si entender la ondita.
Seguí caminando Llegue a un café un poquito mas tradicional, y de aspecto no tan agarra paquetes, entre y esta vez me tomo de la mano una mujer de piernas largas, la verdad no se si tenia las piernas largas o el colales le había abierto la espalda. Me situó al lado de un gordo pelado que seguramente se pasaba entre la boti de al lado y el café, se balanceaba al ritmo del culo de la misma mina que me abrió puerta, le hacia un show al cara de no tener energías ni para pajearse, este me miro con cara de péndelo caliente. Pero luego de que todo fluía bien, la cosa se empezó a ponerse complicada, seguramente la mujer se aburrió de que gordos grandes y calvos le miraran, y empezó a dirigirme el culo, yo inexperto, me puse un tanto nervioso tanto así, que mi mano torpe y tiritona boto el vaso de soda que te dan para alargar la estadía para ver si te pagas otro café a ti o a la mina, el gordillo de al lado balbuceo algo que sonó como “preancepeantew” y de la nada dije chuuuucha , me pare, le deje la luca en la mesa que para mas mala cuea mía y de ella, callo encima del café caliente, sin decir nada mas abrí la puerta para salir y al cerrarse esta escuche las palabras:
¡Cabro chico anda a tomarte la papa! Aja jajá hacían los gordos.
La humillación corría por mi cuerpo tan rápido que de a poquito me puse a correr para llegar al paradero empecé a cachar que todos me miraban con cara de o el weon rojo
Pura gente típica y con cara acostumbrados al golpizaje central, me golpeaban el hombro como de rutina, nuevamente cada uno de estos golpes me hacia sentirme peor, como pequeño y sin autoridad, perdido en el centro sin nadie que conozco pueda ayudarme pensé, ¡esta gente no tiene abuelita! , Para variar, Mi abuelita estaría muy enojada si supiera que fui a un café, de repente llegue al paradero me subí por el medio de la micro, sentí un desahogo completo al terminar el abordaje, pero la mala onda me perseguía, después de recorrer dos cuadras la micro se freno y una mano grande me agarro del hombro y me tiro debajo de la micro, ósea no debajo, digo a la vereda, era el chofer me grito paga Gil culiao, la humillación no podía ser peor, ya estaba chato de que me echen y de pasa me griten algún garabato. Termine corriendo como si me fueran a cogotear y por fin llegue a la casa de mi abuela hermosa, me noto exaltado, me tomo de la mano y sin poder ser mas tierna me sentó en la mesa, recordé la mina del café, pero a diferencia de esta, ya no tenía que pagar. Ya sentado mí abu me sirvió un plato inmenso y amoroso de arroz con leche, me pregunto por que estaba tan sudado y le dije:
Es que Ya no me aguantaba las ganas de verla así que me vine corriendo.
Ahora si me preguntan, ¿volverías a un café?
-yo respondería: solo si mi abu me acompaña
Espero que esto no los atemorice, si quieren conocer santiago, no es necesario entrar a un café, o si quieren hacerlo aprendan a trotar y a esquivar a la gente antes. Como yo ahora note que trotar era bueno me decidí a trotar todas las noches.
Si lo miro de algún lado positivo solo me queda decir gracias a la negra que me agarro el paquete, Imagino que hubiera sido terrible si no me hubiera espantado de su café morboso y sucio, también ahora amo más a mi acogedora abuelita.
Gracias nani

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